Tema: La serie de sobre-tonos
Y ahora llegamos a la parte técnica. La Serie de Sobre-tonos es muy interesante, y voy a pasar al piano para mostrar esto.
La nota Do Bajo, no es el Do más bajo del piano, pero se llama Do Bajo. Al sonar esa nota, hay otras notas que están sonando junto con ella. Por ejemplo, al tocar el Do Bajo, hay una nota que está sonando una octava por arriba de la primera. Una octava es cuando las notas están separadas a una distancia de 8 notas la una de la otra. Por eso, en dos notas, a una octava una de la otra, sean graves o agudas, la relación de sus frecuencias siempre es de 2 a 1.
Y si seguimos ascendiendo a través de la serie -le llaman parciales o armónicas- el número 3 es una quinta; por eso, en 2 notas a una quinta de distancia, la relación de sus frecuencias siempre es de 3 a 2, porque ésa es la tercera nota de la serie. Si seguimos ascendiendo vamos al número 6 y llegamos a un Acorde Mayor. Por eso, mucho de nuestra música se desarrolla sobre mayores; nada tiene de malo el Menor, pero así se presentan las notas en la Serie Armónica.
En un momento les explicaré más para mostrarles cómo todo retorna a esta Serie Armónica. Pero lo que quiero mostrarles ahora es que todas esas notas desde 2 hasta 6, son múltiplos de 11 y hay exactamente 66 vibraciones entre el primero y el siguiente. Observen las frecuencias: el Do Bajo tiene 66 vibraciones, el siguiente 132, exactamente el doble; el cuarto que va exactamente a una octava arriba del 2 tiene 264 vibraciones.
Hay una razón para esto: tiene su diseño, no es casualidad. Y lo que les estoy mostrando no es algo que el hombre haya inventado. Esto era conocido por Pitágoras, antes de Jesucristo. Es la manera como Dios ha diseñado el sonido.
Pero como les acabo de decir es la manera como todas esas notas están incluidas en ese Do bajo. Les quiero demostrar eso. Si oprimo la tecla del Do bajo, sin hacerla sonar -lo único que he hecho es quitar la sordina de la cuerda para que la nota pueda vibrar libremente-, luego paso al centro del piano, número 4, y ahora es el Do central. Voy a tocar esa tríada: 4,5 y 6 y luego los voy a soltar. Esas tres notas en una sola cuerda: ¡oigan!, suelto las teclas y se apaga. Ahora significa que todas estas notas están en una sola cuerda, ahí están todas.
Lo fascinante es que si toco Do (la nota inferior), el Sol y el Mi están presentes pero el Do se sostiene solo. Si toco la nota Mi (la nota central), las otras dos (Do y Sol) están presentes pero el Mi se sostiene solo. Si toco Sol (la nota superior), el Do y el Mi están presentes, pero el Sol se sostiene solo. Tengo literalmente tres en uno. ¡Es la mejor ilustración de la Trinidad de la Deidad que yo conozco!
Como maestro de la Biblia tengo que decir que no hay una ilustración perfecta de la Trinidad. Les acabo de mostrar una ilustración fabulosa y la analogía se sostiene, ¿saben por qué? Porque Dios es musical y la forma en que Dios ha hecho el sonido musical nos ha dado una ilustración de sí mismo.
Como dice Romanos, capítulo 1, versículo 20, conocemos su eterno poder y Deidad por medio de las cosas hechas y la música ilustra perfectamente la Trinidad de la Deidad, porque Dios es musical y nos ha dado esto para comunicarnos cuánto le interesa la música.
Hubo un músico bien conocido, falleció recientemente, su nombre era Leonard Benstein. Fue conductor de la Orquesta Filarmónica de Nueva York; un genio, no fue todo lo que debía ser en su vida personal, pero sí un genio musical, un erudito.
El hombre dio unas conferencias hace algunos años en la Universidad de Harvard, las Conferencias Norton, un estudio fascinante, iluminador, sobre música, y en ellas él dijo que toda música tiene un origen común. ¿Saben cuál es? La Serie de Sobretonos, así lo dijo. Y se refirió a toda clase de música: oriental, africana, zuajili, etcétera, todas tienen el mismo origen.
Ahora bien, este hombre era de origen judío, sin una pizca de cristiano, pero reconoce que hay un origen común y dice que es la Serie Armónica; él amplía ese comentario y habla de gramáticas que surgen de la misma fuente monogenética.
Observen esta palabra, cuando habla de “monogénesis”, él dice que todo procede de una sola fuente. Él no reconoce la fuente, pero dice que debe haber una sola fuente de la que procede toda música, y observen cómo le llama: dice que sus variadas lenguas surgieron de un origen común. Observen cómo relaciona esto con lenguaje, es una cosa que todos los eruditos hacen, los eruditos que entienden la sociología y la psicología de la música. Los musicólogos dicen: “las lenguas son lenguajes de tonos”.
Por eso le llamamos a este Seminario “El Lenguaje de la Música”.
Estos lenguajes de tonos surgen de una estructura universal de tonos; todos proceden de la misma fuente, por eso llamamos a la música “ el idioma universal”.
Bernstein reconoce este hecho y desarrolla esta idea diciendo que todo se puede identificar con la Escala Pentatónica. Es asombroso porque la Escala Pentatónica surge de la Serie de Sobre-tonos y muchos de los cantos que ustedes y yo cantamos son de la Escala Pentatónica y ¡ni cuenta nos damos!
Si quieren saber lo que es una escala pentatónica vayan al piano y toquen todas las notas negras. Ahí tienen una escala pentatónica, una escala de cinco tonos (penta = cinco).
Les tocaré una pieza irlandesa que ustedes conocen: “Sublime Gracia” (Amazing Grace); en Irlanda y en Escocia la tocan con gaitas. Esta es una tonada pentatónica, usa sólo cinco notas y se repite vez tras vez. Pasemos ahora de Escocia a África Central y lo que van a escuchar es un instrumento africano nativo del Alto Volta; se parece a un saxofón, pero no es. Y... ¡de nuevo tenemos una escala pentatónica, con las mismas notas del primer ejemplo!. Es una escala pentatónica y es parte de la monogénesis.
Tenemos varios himnos que cantamos: “Cuán firme cimiento, se ha dado a la fe”, o también “Oh, corazones te ofrecemos, oh Dios” es una melodía pentatónica.
Descubrirán que muchas de las melodías originales y canciones nativas de este país proceden de la escala pentatónica. ¿Por qué? Porque hay una sola fuente.
Ahora bien, el señor Bernstein señaló que el desarrollo de esta monogénesis tardó diez millones de años. ¡Es asombroso lo eruditos que son y pierden el camino cuando aceptan la evolución! Nosotros sabemos que es porque Dios es la fuente, Dios es musical y cuando nos hizo a su imagen nos hizo musicales. Y puso ese lenguaje musical en todas las personas.
Hay un libro muy interesante escrito por una mujer que se llama Connie Fortunato8, ella es experta en música infantil y habla sobre la manera en que la música afecta a los niños. Dice cosas muy interesantes, sobre cuánto afecta la música a los bebés aun antes de que nazcan: ellos pueden oír sonidos aun antes de nacer. Por eso se dice que un bebé reconoce su propio idioma cuando tiene sólo tres días de nacido, porque lo ha estado escuchando desde siempre. ¿Se imaginan, y luego abortar a un ser humano, con ese conocimiento?
Nos dice que un bebé puede aprender a reconocer una sinfonía de Mozart y entenderla para cuando tenga seis meses de edad, y dice que escuchar una sinfonía de Mozart, por su orden complejo, ayuda al niño a organizar sus pensamientos.
Y Connie Fortunato continúa y habla del desarrollo de los niños y como la música les ayuda en su desarrollo psicomotor, su coordinación, comprensión y habilidades físicas. Y dice que también les ayuda en su desarrollo afectivo, para un desarrollo emocional correcto.
Por eso, una música mala te lleva emocionalmente en una dirección equivocada, pero continúa y dice que la música también les ayuda en su desarrollo intelectual. Hablen con el director de la banda musical de cualquier escuela y les dirá que los niños más inteligentes están en la banda. No es que los niños más inteligentes estén en ella, es que estar en el campo de la música los hace más listos y les ayuda en su desarrollo intelectual y, efectivamente, la música les afecta de muchas maneras.
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8 Connie Fortunato: “Sing to the Lord”, David C.Cook Publishing Company.
Seminario: El Lenguaje de la Música
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