
“Jesús le dijo: No me toques, porque aún no he subido a mi Padre; mas ve a mis hermanos, y diles: Subo a mi Padre y a vuestro Padre, a mi Dios y a vuestro Dios.” (Juan 20:17)
No podemos llegar a comprender a qué se refiere este texto bíblico sino consideramos los eventos anteriores que lo rodean, así mismo, debemos examinar obligatoriamente las palabras utilizadas en el texto mismo.
ANTECEDENTES
La noche del Martes, durante la cena, Jesús dijo a sus discípulos que Él se iría a un lugar a dónde ellos no podrían ir.
“Hijitos, aún estaré con vosotros un poco. Me buscaréis; pero como dije a los judíos, así os digo ahora a vosotros: A donde yo voy, vosotros no podéis ir.” (Juan 13:33)
Jesús también les anunció que iría a la casa del Padre a preparar lugar para ellos y que una vez hecho eso, Él regresaría para tomar a sus discípulos.
“En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros. Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis.” (Juan 14:2-3)
LOS EVENTOS OCURRIDOS EN EL SEPULCRO EL DOMINGO DE RESURRECCIÓN
- María Magadalena fue al sepulcro siendo muy oscuro, y al ver quitada la piedra corrió a buscar a Simón Pedro para hacerle saber lo que vió y afirmó: “Se han llevado del sepulcro al Señor” (Juan 20:2)
- Dos apóstoles verificaron que el cuerpo no se encontraba en el sepulcro, mas observaron que los lienzos y el sudario se encontraban dentro. (Juan 20:5-7)
- María regresó al sepulcro deseosa de dar con el paradero del cuerpo del Señor. Ella lloraba mucho y en su angustia no percibió que los que le hablaron de dentro del sepulcro eran ángeles (Juan 20:11-13) Tampoco percibió que Jesús era quién se había puesto en pie al lado de ella, pues pensaba que era el hortelano (Juan 20:14-15)
- Cuando Jesús le llamó por su nombre ella entonces pudo ver con claridad que quien le hablaba era Jesús (Juan 20:16)
EXAMINEMOS LA FRASE TRADUCIDA COMO: “NO ME TOQUES” (Juan 20:17)
La frase en griego: “μη μου ἅπτομαι” (mē mou haptomai) es traducida en nuestras biblias Reina-Valera 1960 como: “No me toques”. Sin embargo, el verbo “haptomai” se refiere a: “aferrarse a, adherirse a ó colgarse a” (Thayer). Podemos afirmar que la frase en el texto griego no es para privar a María que toque a Jesús, sino para que ella NO SE AFERRE a Jesús, pues por la emoción ella estaría afirmada, colgada o asida (muy probablemente) a los pies del Señor.
JESÚS LE DIJO A MARÍA: “AÚN NO HE SUBIDO A MI PADRE” (Juan 20:17)
Jesús le da a conocer a María que Él debe subir al Padre, como les había dicho. Así que, no serviría de nada que María se aferrara a los pies del Señor, Él debía cumplir con aquello que les había anunciado.
JESÚS LE ENCOMENDÓ A MARÍA QUE FUERA A LOS DISCÍPULOS Y LES LLEVARA ESTE MENSAJE: “SUBO A MI PADRE Y A VUESTRO PADRE, A MI DIOS Y A VUESTRO DIOS” (Juan 20:17)
Los discípulos también debían saber que Jesús no solo había resucitado, sino que aún no había subido al Padre, pero que pronto lo haría como les había dicho durante la cena.
CONCLUSIÓN:
Aunque en nuestra traducción de la biblia Reina-Valera 1960 la frase se traduce: “No me toques”, y eso estaría indicando que Jesús estaba privando a María del contacto físico (abrazar sus pies), en realidad no es lo que se nos dice en el texto griego. Podemos afirmar que Jesús estaba llamando a María a “no aferrarse” o “no colgarse” a Él como si ya nunca se habrían de separar, pues Jesús aún debía cumplir con lo que les había anunciado durante la cena: Él debía subir al Padre.
Pastor Marvin Brenes
Firme Cimiento